Las empresas de obra pública de Andalucía temen un desplome de la inversión en 2021

Las empresas de obra pública de Andalucía temen un desplome de la inversión en 2021

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Abc

  • En 2019 hubo una recuperación y hasta junio de este año se mantiene el ritmo, pero en los presupuestos del próximo ejercicio puede llegar el hundimiento

El sector andaluz de la construcción encara la nueva crisis en la que estaba siendo su mejor etapa de la última década. Todavía era necesario un crecimiento de la inversión para volver a niveles similares a los de antes del «crack» inmobiliario, pero la tendencia era positiva. Como señala el informe de la patronal Ceacop, «en los tres últimos años el ritmo de adjudicaciones ha ido creciendo progresivamente hasta alcanzar en 2019 la cifra de 2.013 millones de euros, un dato que refuerza una línea positiva que ya se empezaba a notar desde 2017, cuando la inversión experimentó un significativo aumento al situarse en 1.130 millones». En los años más negros para esta actividad, el presupuesto para infraestructuras apenas se situó en 717 millones (así ocurrió en 2016), mientras que en los años del boom llegó a superar los 4.570 millones (como en 2009). La expectativa para las compañías de la construcción era una mejora progresiva en los próximos ejercicios, aunque la situación puede cambiar radicalmente por el severo impacto en los presupuestos públicos que tendrá la pandemia.

La Junta de Andalucía está actualmente en el tercer escalón del ránking, con adjudicaciones valoradas en 466 millones, un 23,1%

¿Quién ha movido hasta ahora la obra civil en Andalucía? El Gobierno central fue en 2019 la administración más inversora, con 795 millones de euros (el 40% del total). Una parte muy relevante de este importe se debe a los nuevos proyectos para construir la plataforma del corredor ferroviario entre Murcia y Almería. Los ayuntamientos —especialmente Málaga y Sevilla— también fueron un motor del sector, con una inversión de 551 millones (el 27,4%). La Junta de Andalucía está actualmente en el tercer escalón del ránking, con adjudicaciones valoradas en 466 millones (un 23,1%), y el resto se lo reparten Diputaciones (7%) y Universidades (2,3%), según Ceacop.

El 54% de toda esta cartera de proyectos ha sido para empresas de capital andaluz (aunque Ceacop advierte de que las firmas regionales reciben un porcentaje inferior al de años anteriores).

En la primera mitad de 2020 la situación se ha mantenido estable. «Si analizamos las licitaciones entre enero y junio vemos que el ritmo sigue a un nivel muy parejo al del pasado año», afirma Ana Chocano, presidenta de Ceacop. A su juicio, los problemas pueden llegar sobre todo en 2021. «Ahora es cuando se está haciendo la envolvente financiera de los presupuestos del próximo año, y la prioridad será el gasto sanitario y social, aunque también hay que intentar hacer un hueco para las infraestructuras», remarca.

En cualquier caso, la situación es muy desigual en función del territorio. Por ejemplo, si se pone el foco en la inversión que ha realizado el Gobierno central, Almería fue el pasado año la provincia que más inversión recibe con gran diferencia (con 398 millones de euros, el 50% del total). La mayor parte de este presupuesto se debe a los proyectos para la construcción de la plataforma del Corredor Mediterráneo del AVE Murcia Almería, con tramos muy relevantes como Los Arejos-Níjar (98 millones de euros), Níjar-Río Andarax (88 millones) y Pulpí-Vera (121 millones). Tras Almería, Cádiz recibió el 10% de la inversión, seguida de Huelva (9.2%), Sevilla (8,3%), Málaga (7,9%) y Córdoba (7,1%). En el furgón de cola, y a mucha distancia del resto, quedaron Jaén (que apenas recibió el 1,6%) y Granada (con el 3,4%).

Administración local
Tras el Gobierno de la nación, los Ayuntamientos han sido la segunda administración en volumen de adjudicaciones. También en este caso hay notables diferencias en función del tamaño de cada municipio. Ceacop valora especialmente el esfuerzo que está realizando la administración local porque «a pesar de tener menos recursos, están logrando una mejora en las infraestructuras municipales». Otro elemento positivo de estas instituciones es que «más del 70% de las actuaciones las realizan empresas locales, lo cual refuerza el crecimiento y el empleo en la región». De los 551 millones de euros que movieron en total, Málaga es responsable de 136 millones y Sevilla de más de 120 millones (con lo cual entre ambas suman prácticamente la mitad de todo el volumen). En el tercer escalón se situó la Junta de Andalucía. «En 2019 el Gobierno autonómico registró 465 millones, se ha aumentado progresivamente el presupuesto en los últimos años y el pasado año ya creció un 26%, y fue el mejor registro de los últimos nueve años». El ritmo de los seis primeros meses de 2020 confirmaban esta tendencia al alza. Solo la Consejería de Fomento ha licitado este año 167,4 millones de euros, sin contar las agencias públicas como la de vivienda o puertos.

Hay instituciones que han decidido acelerar sus planes de inversión para tratar de adelantar la recuperación. Es el caso de los puertos andaluces (como los de Cádiz, Algeciras, Huelva, o Sevilla), que han decidido dar un paso al frente y erigirse en puntales de la recuperación. La estrategia diseñada, con la que van a poner sobre la mesa inversiones directas por 350 millones de euros solo entre 2020 y 2021, se dirige a relanzar infraestructuras ya previstas y a estimular nuevos desarrollos empresariales e industriales. Hasta 2024 el desembolso total que realizarán se eleva a 630 millones.

En el caso de Emasesa, que presta servicios de agua y saneamiento a más de 1.100.000 habitantes en once municipios del área metropolitana de Sevilla, ha puesto en marcha un plan de reactivación para el período 2020-2024 que ascenderá a 453 millones de euros.

Antes del coronavirus el sector pensaba que había entrado en un nuevo escenario que auguraba «que las empresas empezarían a ganar músculo, ya que si la senda de crecimiento se mantenía en 2020 se podría hablar de la consolidación de la actividad». De hecho, los 250 socios de Ceacop tenían unos ingresos conjuntos de 380 millones de euros en 2015, y al cierra de 2019 esta cifra ya era de 600 millones.

Problemas estructurales
Aunque la situación había mejorado, continuaban existiendo déficits heredados de los años de la crisis. «Aunque 2019 fuera un año de crecimiento, aún no se habían compensado los años de ausencia de presupuesto para infraestructuras». También es un sector con problemas como «la falta de mano de obra cualificada, el encarecimiento de las materias primas y los retrasos generalizados en el inicio y en la ejecución de los proyectos». Uno de los aspectos en los que la situación requería mejorar notablemente es en «las partidas destinadas al mantenimiento de las infraestructuras actuales, que es claramente insuficiente».

Esta asociación advierte de que la colaboración público-privada encierra enormes dificultades para activar proyectos a corto plazo. Su puesta en marcha requiere una modificación legislativa nacional que puede dilatarse en el tiempo, y de hecho «el Gobierno central, a pesar de las peticiones de la Junta de Andalucía, no se ha mostrado muy receptivo al cambio normativo que se debe realizar». Por ello, «no debe ser una herramienta prioritaria sino complementaria». También cuestiona esta fórmula porque «en general solo la pueden acometer las grandes compañías con unas capacidades financieras importantes y deja fuera a las empresas pequeñas y medianas, que son las que predominan en la región».

Ceacop sostiene que se requiere un plan de infraestructuras a corto y a medio plazo dotado de 4.000 millones anuales por parte de todas las administraciones, destinados tanto a obra civil como a vivienda. «Es una alternativa al gasto no productivo que se destina a ayudas al desempleo y en subsidios, y porque el sector precisa de servicios e industrias auxiliares que se reactivarán también», apunta Ana Chocano, presidenta de esta patronal.

A su juicio, las inversiones no se deben concentrar en pocas actuaciones de gran importe, sino que «es más efectivo que estas se dividan en proyectos de menor cuantía que permitan repartir la inversión disponible en el territorio y que puedan acceder un mayor número de empresas a su ejecución, favoreciendo así la participación de las pymes que suponen el 85% del sector consultor y constructor andaluz». Para la creación de empleo «es más operativo diez actuaciones de cinco millones de euros que una sola actuación de 50 millones de euros».

Marifrán Carazo: «No parar ni una obra»

La consejera andaluza de Fomento, Marifran Carazo, ha dicho a la agencia de noticias Efe que «hay dos modelos para salir de la crisis, el del PSOE en 2008, que paralizó todas las obras» y el del Gobierno andaluz «que es no parar ni una obra y, diez años después terminar todas aquellas obras en un año y medio». Aquella parálisis supuso «un punzón» para el sector, del mismo modo que la reactivación ha supuesto un alivio, según la consejera, que ha puesto como ejemplo la carretera Vera-Garrucha (Almería), que ha sido ejecutada en más de la mitad, la variante de Berja (Almería), la variante de Lucena (Córdoba), el puente de Huétor-Tajar (Granada) y la variante de Arriate (Málaga), entre otras. «El covid no nos ha parado, porque somos conscientes de la enorme responsabilidad que tiene una consejería inversora ante la crisis y sus consecuencias sociales y económicas apoyando a las empresas de un sector que es potente y fuerte», como sucede con el de la obra pública en Andalucía. La Consejería de Fomento, recurriendo al teletrabajo, ha logrado «no parar ni una sola obra» y puso como ejemplo la construcción del metro de Málaga.

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