FMI: El PIB de España solo crecerá un 1,2% en 2023 con un frenazo del empleo

FMI: El PIB de España solo crecerá un 1,2% en 2023 con un frenazo del empleo

image_pdfimage_print
  • ECHA POR TIERRA LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO, QUE CONTEMPLA UN ALZA DEL 2,1%/ El Fondo Monetario Internacional recorta ocho décimas sus pronósticos de crecimiento y anticipa una fuerte subida de precios y un déficit que apenas se corregirá.

S. Saiz / P. Cerezal.

Washington / Madrid

Nuevo mazazo a las previsiones del Gobierno apenas una semana después de la presentación de las últimas previsiones de crecimiento, ligadas a los Presupuestos Generales del Estado, que apuesta por un avance de la economía del 2,1% el próximo año. Después de los jarros de agua fría de la Autoridad Fiscal, que rebaja esta cifra hasta el 1,5%, el Banco de España (1,4%), BBVA Research (1%), ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI) también recortó sus pronósticos de crecimiento para la economía española en 8 décimas, hasta el 1,2%. Si bien estas cifras siguen entre las más elevadas de la eurozona (ver información a la derecha), también es cierto que el Viejo Continente es la que ha sufrido un mayor descalabro económico en el último informe Perspectivas de la Economía Global del organismo (WEO, por sus siglas en inglés), publicado ayer.

Las previsiones del Fondo son mucho menos halagüeñas que las del Ejecutivo, con un crecimiento de aproximadamente la mitad del que plantea Moncloa, lo que supone una enmienda a la totalidad de las Cuentas, ya que suponen que los ingresos quedarán muy por debajo de las expectativas y que, a lo mejor, los Presupuestos deberían orientarse más al apoyo al tejido productivo que al gasto corriente sustentado en alzas tributarias. Y el PIB no es el único elemento que se desvía enormemente de las previsiones del Ejecutivo, ya que también lo hacen otras cifras cruciales, como es el caso de la inflación, el déficit público o la creación de empleo.

En concreto, el índice de precios de consumo se incrementará el próximo año un 4,9%, después de subir un 8,8% el ejercicio actual, casi dos puntos más de lo que calcula el Ejecutivo, lo que supondrá un mayor aumento de ciertos gastos, como las pensiones, y la menor efectividad del plan anticrisis adoptado por el Gobierno. De hecho, esto provocará un gran desvío del déficit público, que se situará en el 4,4% del PIB en 2023 y en el entorno del 4% durante los años posteriores, en lugar de reducirse por debajo del 3% a partir de 2025, tal como plantea Moncloa. Y esto se traducirá en que el ajuste de la deuda pública que se produce por la recuperación económica y la inflación será bastante lento, con unos pasivos estancados en torno al 110% del PIB en los próximos años. Y eso, siempre que no haya tensiones en los mercados de deuda que dificulten la refinanciación, un riesgo que el Fondo y el Gobierno ven bastante probable.

Con todo ello, el horizonte que se plantea para 2023 es bastante más negro que el escenario que se vislumbraba hace solo tres meses, cuando el FMI creía que nuestro país podría crecer al menos un 2%. Tras una revisión a la baja, ahora sitúa su previsión en el 1,2%. Hay que recordar que en abril las previsiones partían de un 3,3%, lo que pone de manifiesto la rápida velocidad con la que se ha deteriorado la situación económica.

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, reconoció que nos encontramos ante “una ralentización del crecimiento muy significativa”, pero hizo hincapié en la “fuerte resiliencia” de la economía española ante el actual contexto de incertidumbre. “Lo importante es el mensaje de que la economía española seguirá creciendo en 2023 y todos los organismos prevén que crezca muy por encima de los países de nuestro entorno, continuando con un notable dinamismo que hemos registrado en estos años”, aseguró Calviño ayer a los medios en Nueva York, antes de viajar para participar en la Asamblea Anual del FMI, donde preside el Comité Monetario y Financiero Internacional.

Sin embargo, sí hay ciertos elementos donde el frenazo económico se va a notar de forma particularmente intensa, como es el caso del mercado laboral. Si bien la creación de empleo había sido el principal factor del que el Gobierno había sacado pecho, esta situación se puede acabar en breve, ya que el FMI pronostica el práctico estancamiento de la creación de empleo en los próximos años, con apenas 200.000 puestos de trabajo el próximo año, menos de un tercio de los generados este año, lo que hará que la tasa de paro se estanque en torno al del 12% de la población activa.

Lo positivo es que para el año en curso las cifras son más optimistas que la media europea, con el PIB nacional creciendo a un ritmo del 4,3% frente al 3,1% del promedio europeo. No obstante, hay que recordar que en abril la previsión apuntaba a un 4,8%, pero que el FMI recortó en julio hasta el 4%, una cifra que ahora revisa al alza. La mejora se debe, entre otros motivos, “al buen comportamiento del turismo” este verano. Para el próximo año, la subida de tipos, la debilidad en la demanda y la crisis energética han sido factores determinantes en la revisión a la baja de las previsiones. Aun así, la directora adjunta del área de investigación del FMI, Petya Koeva Brooks, apuntó que España es uno de los países donde “se espera un mayor impacto positivo de los fondos europeos”. Si se concreta, “es posible que en el futuro se pueden revisar al alza las estadísticas sobre la economía española”.

  • Expansión
Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

#LaConstrucciónEsParteDeLaSolución

#LaConstrucciónEsParteDeLaSolución

Noticias Artículos relacionados

X