“Cómo valora la integración y la aportación de las mujeres en el mundo de la construcción”

“Cómo valora la integración y la aportación de las mujeres en el mundo de la construcción”

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Ana Estella Pérez.  Gerente de CEACOP

A pesar del largo camino recorrido y del incuestionable papel de la mujer en la ingeniería actualmente, todavía asistimos a una realidad: la baja representación de las mujeres en el sector de la construcción, más significativamente a pie de obra.

Los estereotipos como que este es un oficio para hombres, que es trabajo muy pesado y físico, que es complicado porque requiere mucha dedicación (horas y horas fuera de casa), son solo algunos de los motivos para retrasar la equidad que ya se ha logrado en otros campos profesionales. Obstáculos que solo se pueden vencer desmontándolos. Y es que ser ingeniero no es cuestión de género, sino de tener las capacidades y cualidades necesarias para desarrollar esta profesión. Se pueden adquirir durante la trayectoria laboral, pero en la mayoría de los casos van intrínsecas a la persona. Para mí, una de esas cualidades es el ingenio para afrontar los retos, tanto en el diseño como en la construcción de proyectos, y sin duda la capacidad de adaptación a entornos, a veces hostiles.

Después de años de andadura profesional, puedo afirmar que no es fácil progresar en un sector tan masculinizado, pero también que cuando nos enfrentamos a un proyecto constructivo (redacción y construcción) lo importante no es quién lo firma, sino el resultado final. Y así queda demostrado en el trabajo realizado por nuestras antecesoras, en este sentido destacar que en 2023 se cumplen 50 años que se tituló la primera mujer como Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, Carmen de Andrés Conde; y así lo seguimos manifestando las mujeres que hoy día desarrollamos nuestra carrera profesional en este mundo.

Desde mi experiencia (que abarca desde jefe de obra hasta la gerencia de una asociación empresarial) cualquiera, independientemente de su género, con un perfil profesional y personal adecuado puede dedicarse a este sector. Cierto es que conlleva un nivel de exigencia y responsabilidad muy elevado en cualquiera de los niveles en los que se interviene en un proceso constructivo, pero que reporta grandes dosis de satisfacción con cada reto superado.

Por lo tanto, dedicarse o no al mundo de la construcción, desde mi punto de vista, es una cuestión de elección.

El texto también lo puede encontrar publicado en el último número de Andalucía Inmobiliaria:

https://andaluciainmobiliaria.es/ai-numero-162/

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    #LaConstrucciónEsParteDeLaSolución

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