En estos últimos años, la caída de las inversiones públicas en infraestructuras está empujando a que muchas empresas y profesionales de la ingeniería y la construcción busquen trabajo fuera de nuestras fronteras.
La construcción ha sido el sector más castigado por los planes de austeridad puestos en marcha tanto por el Gobierno central como por el autonómico. Sólo la Junta de Andalucía ha reducido en un 65% su presupuesto para infraestructuras entre 2008 y 2010. Estos recortes, unidos a otros factores, han llevado al cese de la actividad de más de 18.000 empresas de nuestro sector en Andalucía entre los años 2008 y 2010. Y las perspectivas de crecimiento son totalmente desesperanzadoras. En cuanto a las cifras de empleo, ha provocado la destrucción de más de 200.000 puestos de trabajo en 2010.
Sin embargo, las cifras de contratación en los mercados internacionales no se han visto igual de afectadas por los recortes públicos, como en nuestro país. Lo que claramente anima a muchas constructoras e ingenierías, para dar el salto a otros países, como estrategia de supervivencia de su actividad.
Muchas empresas han encontrado las oportunidades de trabajo que no le ofrece el mercado nacional, en los países extranjeros en vías de desarrollo, que tienen carencia de infraestructuras. La demanda de todo tipo de infraestructuras es una realidad y se necesitan profesionales para llevar a cabo su diseño, construcción y gestión.
Frente a años anteriores, vemos cómo ha crecido el número de empresas que salen a buscar negocio fuera de España, aprovechando su know how propio para abrir fronteras a sus negocios. La incursión de estas empresas en los nuevos mercados está siendo posible gracias a que la industria andaluza en ingeniería y construcción se ha ganado un reconocido prestigio y está bien posicionado en los mercados internacionales.
Las empresas deben tener claro que existe un mercado de trabajo, pero los riesgos también existen. No todos los casos de empresas que empiezan a trabajar en el extranjero son casos de éxito.
Antes de emprender cualquier ?aventura de internacionalización? las empresas deben hacer una profunda evaluación de todos los aspectos involucrados, tanto los internos como los del país de destino: comerciales, organizacionales, recursos humanos, financieros y jurídicos-legales, no pudiendo olvidar que no es fácil conseguir éxitos en el primer año, por lo que hay que hacer un gran esfuerzo, tanto del tipo económico como de estructura.
Aún así, siendo conscientes de los riesgos que haya que afrontar, la INTERNACIONALIZACION sin duda se está convirtiendo en una salida clara para muchas empresas en estos momentos tan difíciles en nuestro país.