- Limasam pide autorización para elevar 19 metros la cota del vaso, ya al límite de su capacidad -Tres años a la espera del permiso para excavar una zona de vertido
Málaga se prepara para ampliar el actual vertedero de residuos sólidos urbanos como “plan B” si los permisos para construir un nuevo vaso de vertido, en tramitación desde hace tres años, no llegan a tiempo.
En la actualidad, los rechazos de la basura urbana que se genera en la capital y que se gestiona en las plantas de tratamiento van a parar a un vaso ubicado en el complejo ambiental de Los Ruices. Ese vaso está llegando al final de su vida útil, por lo que Limasam lleva ya unos años trabajando en un proyecto para construir un nuevo vaso, para lo que incluso llegó a adjudicar un contrato de obras a la UTE Canteras de Almargen-Retroder por cerca de tres millones de euros en julio del año pasado.
No obstante, aún está pendiente de disponer de la autorización de la Junta de Andalucía para poder poner en marcha las obras.
Mientras ese visto bueno llega y ante la “inminente colmatación” del vertedero actual, construido en base a un proyecto redactado en 2006, Limasam está avanzando en un plan para aumentar la capacidad del vaso en funcionamiento, con el objetivo de dar margen a la autorización y construcción del nuevo vertedero.
Ese proyecto de ampliación contempla un incremento de 19 metros en la cota del vaso actual dividido en tres fases, según se recoge en el expediente consultado por este periódico. Actualmente, la cota máxima es de 192 metros, por lo que tras la ampliación el vertedero alcanzaría los 211 metros.
“Se disponen 3 fases de 5 metros de altura, divididas en dos capas de residuos de 2,25 metros realizando una cubrición parcial diaria con material procedente de la excavación de 25 centímetros de espesor, con el fin de evitar la generación de malos olores y la proliferación de animales no deseados“, se explica en la documentación técnica. “Una vez sobrepasada la cota emergente los residuos apoyarán perimetralmente en diques de cierre de 2,5 metros de altura, y talud exterior e interior”.
Vida útil
Con este incremento, Limasam calcula que la vida útil se incrementará en 17,45 meses, esto es, casi un año y medio, con un volumen neto de 1.119.898 metros cúbicos.
Con respecto al posible impacto paisajístico, el informe concluye que supondrá un “impacto leve” porque no se supera la cota de la cresta del extremo este e implica una “modificación fisiológica de poca entidad”.
Esta solución contempla, además, la creación de un “campo de biogás” una vez se llegue al final de la explotación del vertedero. Para ello se perforarán pozos de desgasificación que conformarán una red ramificada que irá a desembocar en un colector.
Nuevo vaso
El nuevo vaso de vertido, que sustituirá al actual en explotación, ocupará una superficie de 14,1 hectáreas y dispondrá de un volumen bruto de 3.179.797,4 metros cúbicos, según el proyecto elaborado por Grupotec y consultado por este periódico. Se calcula que tendrá una vida útil de 10 años.
En cuanto al proceso constructivo, se divide entre la obra inicial y las posteriores fases de explotación. Durante las obras, primero se procederá a la excavación del vaso de vertido y el vial perimetral al mismo; se levantarán las infraestructuras de desvío y aprovechamiento de aguas pluviales, además de las infraestructuras de gestión de las aguas subsuperficiales -ubicada por debajo del terreno-.
Ya en las fases de explotación, se ejecutará el camino de acceso al vaso de vertido, el dique de cierre así como su impermeabilización según la normativa. Se construirán las infraestructuras de gestión y drenaje de lixiviados -líquidos formados a partir de los residuos- y se instalará un punto de control y auscultación ambiental.
Por otro lado, todo el perímetro de la instalación paralelo al cerramiento del vaso dispondrá de un cortafuegos de 20 metros, como mínimo, de ancho.
El vertedero se construirá por 2.969.630,72 euros (el consistorio había reservado hasta cuatro millones para la licitación del contrato) y en un plazo de 10 meses (se había previsto un calendario de hasta 12 meses). En julio del año pasado, el Consejo de Administración de Limasam adjudicó los trabajos tras recibir 14 ofertas. Las obras están a la espera de contar con los permisos para arrancar.
- La Opinión de Málaga