- La propuesta orientativa presentada elimina las celosías de la fachada un cambio “tan arriesgado” como necesario para los promotores, además de hacer el edificio más grande o construir una piscina
A nadie se le escapa que la transformación del edificio de Correos a la hora de convertirse en un hotel de cinco estrellas gran lujo no será un simple lavado de cara. Si recientemente han pedido de manera oficial que se apruebe el estudio de ordenación para poder alojar a turistas, el documento también recoge los cambios que necesitará el proyecto impulsado por el magnate israelí Haim Tsuff. La operación fue cifrada en 90 millones de euros en 2023 y no sólo contempla ampliar la construcción horizontal, sino también modificaciones estéticas entre los que elimina la celosía de la fachada, un cambio “tan arriesgado como necesario” para los promotores.
Para hacerse una idea de la renovación que esperan, tanto para el edificio como para el hotel, en uno de los documentos para justificar la actuación sobre el emblemático edificio, se fijan en la reconversión del edificio Canalejas en Madrid, que cuenta con un hotel Four Seasons, una zona de restauración gourmet y la galería comercial Canalejas, con la presencia de locales de marcas exclusivas de lujo, que viene consolidando una tendencia hacia un turismo de calidad, con estancias más largas y un mayor gasto medio.
Pero, antes de parecerse a Canalejas, los promotores entienden que es “obligado” hacer distintos cambios sobre el edificio. El primero de ellos, aumentar el volumen construido para llegar a las 200 habitaciones. Para ello, proponen demoler las tres plantas del basamento y reconstruirla con dos plantas de sótano y una de local, además de tres plantas de alojamiento. La fachada este del edificio se levanta sobre la gran terraza solario del basamento teniendo a sus pies una piscina; la parte de terraza bajo la torre se propone con instalaciones de wellness – SPA, gimnasio, sala recreativa – y un pequeño bar cafetería. Como se ha dicho, manteniendo la altura actual de mismo, así como ampliando su ocupación en planta baja y primera.
En la torre, el cambio más evidente, es “la necesidad de eliminar la celosía de paneles” que la recubre por completo. El mismo se justifica por la necesidad de disfrutar de luz natural y tener vistas desde las habitaciones. También eliminan en este proyecto una banda de tramex (una reja metálica) que rodea las cuatro fachadas.
Por tanto, después de ambas supresiones nos encontramos con una torre constituida por cuatro pilares centrales y dieciséis perimetrales exentos. Todos los demás elementos de la torre desaparecen, además de que se propone volver a cerrarla, ya que en su última planta se propone un restaurante y cafetería en terraza circundante que permita deambular alrededor de todo el edificio y disfrutar de unas vistas de la ciudad en 360 grados.
Los dos cuerpos del edificio tendrán usos diferenciados. Por un lado, el basamento, extenso en horizontal, tendrá los usos comunes y comercial y la torre alojará, en su mayoría las habitaciones. Además, se generarán 93 aparcamientos.
Cabe recordar que recientemente Nitsba, el fondo propietario del edificio, ha pedido oficialmente que se tramite el estudio de ordenación. Esta es la figura urbanística que han usado para acelerar su rehabilitación y el cambio de uso final de equipamiento a hotel.
Además, lo hacen ya que la Junta de Andalucía les ha eximido de hacer un estudio de impacto ambiental. En un informe emitido por la delegación territorial autonómica a finales del pasado año justifican que, si bien hay afección al paisaje, este “al tratarse de una actuación que rehabilita y pone en uso el abandonado edificio de Correos que, por su estado de deterioro, afecta actualmente el espacio urbano donde se emplaza, se va a producir una mejora del paisaje urbano. Esto ha de interpretarse como un impacto compatible en cuanto al factor del paisaje”.
Con esto, la Gerencia de Urbanismo está tramitando el expediente, que deberá obtener luz verde, en primera instancia, en la Junta de Gobierno Local. Según fuentes cercanas indican a este periódico esto podría darse “proximamente” aunque sin precisar la fecha.
Del número final resultante de habitaciones y los estándares de cada una de las resultantes depende la cadena que acabe gestionando el edificio, ya que la pretensión de Nitsba es ejercer como casero de una gran casa hotelera que sea la que lo ponga en marcha. Aunque no se conoce aún si hay negociaciones avanzadas con alguna casa hotelera, en un documento sí que se marca cuáles serían las referencias a las que aspiran los israelíes.
“En relación con esta tendencia el objetivo marcado en el proyecto ideado para el edificio de Correos es la implantación de un operador hotelero de lujo, estableciendo como referentes de comercialización los siguientes: Aman Resorts, Mandarin Oriental, Six Senses, Four Seasons, Rosewood, Hilton, Marriott, Belmond, Hyatt”, se recoge.
Según un estudio realizado por la Asociación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (AEHTUR), el empleo generado por un hotel de 5 estrellas en España es de 2,5 empleos por habitación. Esto significa que la puesta en marcha de un hotel de lujo de 200 habitaciones en Málaga capital generaría unos 500 empleos directos. Además de unos 300 empleos indirectos.
Teniendo en cuenta que la ocupación media por plaza ofertada de los hoteles de cinco estrellas de Málaga fue en 2022 del 63,66%, un hotel de 200 habitaciones supondrá incrementar en 103.100 las pernoctaciones anuales en la ciudad de Málaga, lo que se traduce en un gasto total de estos turistas valorado en 88,6 millones de euros al año, incluyendo el propio alojamientos, las compras, la restauración y las actividades en destino.
El edificio fue adquirido en 2019 por un magnate israelí a la Junta de Andalucía por 23 millones de euros, que desde entonces venía buscando la solución jurídica al cambio de uso, que finalmente ha venido de la mano de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) promovida por la propia Junta y que recoge este movimiento como una actuación de mejora urbana.
- Málaga Hoy