La inversión será, en cualquier caso, millonaria. Por la convocatoria, el centro se ubicará en el polígono industrial Nuevo Jaén, justo el mismo lugar que el Ayuntamiento tenía previsto para el conocido como Plan Colce (Plan de Concentración de los Órganos Logísticos Centrales del Ejército), un proyecto que supuso una auténtica revolución para la sociedad jiennense, en el que la provincia tenía todas las esperanzas de presente y de futuro puestas y que, al final, fue a parar a Córdoba. El alcalde, Julio Millán, llegó a pedir explicaciones al Gobierno, de su propio partido político, por una decisión de la que, hasta el momento, nadie consiguió dar a los ciudadanos una explicación convincente. Hay, incluso, denuncias pendientes de resolución. Quizás sea la visita de mañana uan reparación mediante la que el Ejecutivo de Pedro Sánchez salda una deuda pendiente con Jaén, porque la construcción de un centro de tales características sobrepasará, previsiblemente, los límites de la capital y en la que también se ha trabajado desde Jaén en los últimos meses.

No existe en España, en este momento, un Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación del Ejército de Tierra. Lo único parecido que se conoce se inauguró, en 2011, en San Martín de la Vega (Madrid), con Carme Chacón como ministra de Defensa y Cristina Garmendia al frente de Ciencia e Investigación. Se trata del Instituto Tecnológico “La Marañosa”, una iniciativa que nació con la pretensión de convertirse en un centro de referencia internacional en investigación militar y tecnologías de la Defensa con la intención de mejorar la eficacia de las Fuerzas Armadas, reforzar la protección de militares y ciudadanos y potenciará desarrollos con aplicaciones en el mundo civil”. Contó, en su día, con 11 edificios temáticos repartidos en 44.000 metros cuadrados; 138 laboratorios organizados en siete áreas especializadas, y una plantilla de alrededor de 800 trabajadores e investigadores civiles y militares. Una infraestructura como la que necesita Jaén.