- Menos dependiente del gas ruso que otros países de la UE, España paga el lastre de su hipersensibilidad a las turbulencias en los mercados energéticos y ve alejarse el retorno a los niveles de bienestar anteriores a la Covid por el conflicto
Un reciente informe publicado por la OCDE situaba a España como una de las economías europeas con una menor exposición directa al conflicto en Ucrania. Sin una dependencia apreciable del gas ruso – una de las piezas clave de la dimensión económica del conflicto – y con unas relaciones comerciales más bien tenues tanto con Rusia como con Ucrania, España disfruta sobre el papel de una favorable situación de partida para esquivar las consecuencias económicas más dañinas de la invasión rusa de Ucrania. La realidad, sin embargo, va por otro camino.
Los escasos indicadores adelantados disponibles sobre el comportamiento de la economía española desde el inicio de la guerra, hace ahora un mes, insinúan ya un impacto significativo sobre el consumo y la inversión empresarial y el grueso de los institutos de análisis económico descuentan ya que el conflicto tendrá un impacto relevante sobre la economía español
- Abc