- Rompe todos los hitos conocidos de dinero líquido que tiene en las más de cuarenta cuentas activas
- El Ayuntamiento de Córdoba aprueba la tercera bajada fiscal y lleva a coste casi cero las herencias familiares
El Ayuntamiento de Córdoba, la matriz, tiene unas cuarenta cuentas corrientes a su nombre en diferentes entidades bancarias. No todas ellas tienen saldo pero las que lo tienen arrancaron el año con un rango de tesorería desconocido hasta este momento: 184.656.486,73 euros. Para quien lo entienda mejor en pesetas: 30.724.254.201. Se trata de unacantidad desconocida hasta este momento en una institución que arrastró, hasta la reforma Montoro (subidón del IBI y todas las dificultades para el gasto público), una mala salud financiera que lo tenía en manos de los bancos.
El saldo de tesorería con el que se arrancó el 1 de enero de 2022 está relacionado con los pagos que se hicieron durante el anterior ejercicio, 386.893.662,60 euros, y los ingresos que entraron en las cartillas de las cuentas municipales, que sumaron en su totalidad, 445.175.992,84.
Para entender el montón de dinero que se tiene en un contexto de alta inflación, la institución municipal cerró el ejercicio anterior con la siguiente cifra en su saldo bancario: 126.374.156,49. Lo que quiere decir que, en un año, el saldo de tesorería, que es un dato clave, se ha elevado en sesenta millones de euros.
Las críticas a Ambrosio de hace años
Políticamente, tener mucha tesorería es tan malo como tener muy poca. Lo sabe el actual equipo de gobierno que, cuando estaba en la oposición, atacaba a la entonces alcaldesa y hoy jefa de la oposición, Isabel Ambrosio (PSOE), precisamente por sus datos de dinero en cuenta. Ambrosio llegó a tener dinero por valor de unos 114 millones de euros en dinero líquido en los fondos municipales. El principal argumento es que al Ayuntamiento de Córdoba estaba paralizado en los vericuetos de una contratación pública y de una falta de impuso político.
El grupo socialista ha usado en varias ocasiones el argumento como factor de desgaste político en justa reciprocidad a las palabras del pasado. Los datos de la tesorería actualmente hay que tomarlos con un poco de distancia y contexto. En primer lugar, porque hay un elemento de diferenciación que no ha ocurrido desde hace muchos años.
En 2021, el Consistorio diseñó su mayor operación de deuda pública. En total, firmó créditos por valor de 53 millones de euros porque decidió financiar de una sola vez el dinero que tendrá que aportar tanto a la Base Logística (25 millones) como a la junta de compensación de los suelos anexos (tres millones en 2021 y otros tres millones en 2022).
La operación diseñada por el Ayuntamiento de Córdoba y el Ministerio de Defensa es ir retirando ese dinero (como un fondo para financiación de iniciativas) progresivamente tal y como se vaya necesitando en la programación de obras que depende de un convenio económico que aún tiene que ser rubricado.
Los 20 millones restantes de deuda tienen que ver con inversiones que, en su mayor parte, no se han tocado por el calendario. Están desembolsadas por las entidades financieras a las que se les ha pedido un préstamo pero no han sido tocadas. En eso, el Ayuntamiento de Córdoba sigue teniendo un déficit estructural reconocido por el actual gobierno municipal: le cuesta horrores gastarse un euro a pesar de que tiene diez en la cuenta.
Hay más factores, alguno de ellos sorprendentes, que contribuyen a un saldo desmesurado de la tesorería del Ayuntamiento. La institución municipal ha conseguido cerrar el año fiscal de 2021 con un 57 por ciento de ejecución del presupuesto de gastos, que ascendía inicialmente a 342 millones de euros.
Lo que no se ha remarcado es que los ingresos municipales han mantenido una estabilidad incluso en condiciones muy poco propicias. Pese a que el Covid se coló en muchas economías familiares y que se tomaron medidas de reducción de impuestos, la realidad es que no se ha producido un bajón de recaudación. El teniente de alcalde de Hacienda, Salvador Fuentes (PP), reconoce un extremo que atribuye «al sentido cívico». La crisis, explican los datos de Hacienda, no ha incrementado el fraude fiscal o los intentos de elusión.
El IBI, el gran impuesto municipal
En el caso del IBI, el gran impuesto propio del los ayuntamientos, los contribuyentes cordobeses han generado derechos reconocidos netos por el 98 por ciento de la partida prevista. Son recibos válidos, pagados algunos y recurridos otros por las razones que fuesen. La recaudación líquida es prácticamente la misma a 31 de diciembre que en años anteriores, unos 55 millones de euros. Lo normal que es que se cierre por unos diez millones de euros más. En el caso del IBI de rústica, uno de los impuestos que más han bajado en Córdoba por los acuerdos de PP, Cs y Vox se han generado derechos reconocidos del 101 por ciento de lo previsto en el presupuesto.
Aunque la liquidación municipal de las cuentas de 2021 no se realizará hasta el mes de marzo, uno de los datos más interesantes de la provisional a 31 de diciembre (la última disponible para los grupos municipales) tiene que ver con el impuesto de plusvalías. El Ayuntamiento tenía previsto ingresar unos 17 millones de euros por un tributo que estuvo anulado durante semanas por una sentencia del Tribunal Constitucional. Todos los ayuntamientos pensaban que el agujero sería catastrófico pero la realidad es que las cifras sorprenden. Se han devengado derechos por valor del 88% de lo presupuestado.
Un dato de relevancia está en la construcción que vuelve a meter dinero en las arcas públicas. El Impuesto de Obras se irá a 4,8 millones de euros y eso es un 25 por ciento más de lo que había presupuestado como consecuencia del tirón de la actividad tanto de nueva creación como de rehabilitación.
- Abc
