Concretamente, el contrato licitado es para la ejecución en el Complejo Medioambiental de Córdoba Juan Revilla de una planta en la que se separarán mecánicamente los residuos orgánicos de los llamados impropios (plásticos, papeles o metales que se vierten erróneamente al contenedor de orgánica), que actualmente van al vertedero como flujo de rechazo del proceso de reciclaje.
Además, con el material resultante se llevará a cabo un proceso de tratamiento de esos residuos orgánicos para transformarlos en fertilizante, después de una fase de estabilización y secado en un digestor anaeróbico, alimentando a larvas de la mosca soldado negra, una actividad pionera realizada en colaboración con la Oficina del Conocimiento de la Universidad de Córdoba. En total, la empresa municipal calcula que se puedan generar hasta 8.000 toneladas anuales de fertilizante con 15.000 toneladas de residuos orgánicos resultantes de la limpieza de impropios.
Ambos procesos se desarrollarán por separado, aunque en una misma nave de nueva construcción de 4.000 metros, que se ubicará dentro del complejo medioambiental, y que debe estar en marcha en junio de 2026 debido a que los fondos proceden de la Unión Europea.
Un tratamiento pionero e innovador
La presidenta de Sadeco, Isabel Albás, ya adelantó que, por un lado, el proceso de separación mecánica se realizará por personal propio de la empresa municipal. Por otro, el proceso de tratamiento biológico de residuos y su gestión, dependerá de una empresa privada concesionaria que sea experta en dicho tratamiento “pionero e innovador” y que sea capaz de actuar con el volumen de materia orgánica que se genera en nuestra ciudad, según informó.
Con todo este proyecto se conseguirá “aumentar la eficacia del proceso de materia orgánica en la planta de reciclaje”, disminuir hasta 10 semanas la obtención de fertilizantes (actualmente son 12 semanas las que se necesitan), reducir el impacto de olores en el compostaje, mayor beneficio agrícola, y darle una vida a la fuente inagotable de residuos que se generan, reduciendo también la cantidad de basura que va al vertedero, explicó Albás.
El contrato para la ejecución de la planta de biodigestión aeróbica de biorresiduos está dividido en dos lotes. El primero corresponde a la ejecución de la urbanización, nave de proceso e instalaciones. Mientras que el segundo comprende el suministro, la instalación y la puesta en marcha llave en mano de la línea de proceso de separación mecánica. El primero de los lotes supondrá una inversión de casi cuatro millones de euros y la inversión del segundo de ellos es de casi dos millones de euros. El plazo de ejecución de ambos es de diez meses.
Sadeco 5.0 incluye la instalación de un parque fotovoltaico de 50 hectáreas repartido en tres áreas: el antiguo vertedero del Lobatón, la finca de ampliación y la actual. Sadeco estima que la producción, que en tamaño será equivalente a 70 estadios de fútbol, alcanzará una escala que dará energía a las plantas nuevas del complejo, con paneles solares de última generación y una orientación que permita aprovechar al máximo la luz solar.