- Cinco municipios gaditanos cuentan con iniciativas avanzadas aunque aún no hay ninguna en funcionamiento
- La Diputación de Cádiz ha programado más de treinta charlas esta primavera para difundir las ventajas de estas instalaciones a través de su Oficina de Transformación
La luz del pueblo. Este es el poético nombre con el que Alcalá del Valle ha bautizado a su comunidad energética, una de las primeras en constituirse en la provincia de Cádiz. Cerca de doscientos vecinos se han organizado en una asociación con el objetivo de buscar el autoconsumo energético en un proyecto que cuenta con dos fases diferenciadas y que podrían abarcar las necesidades de prácticamente el cien por cien de la población serrana.
La iniciativa pasa por instalar ocho plantas fotovoltaicas en el tejado de diversos edificios de la población. Las naves industriales del polígono y el Salón de eventos del municipio serán la base sobre cuyo techo irán las cuatro primeras instalaciones con la que arrancará esta primera fase en cuanto encuentren financiación, para la que ya han presentado la documentación a la Agencia Andaluza de la Energía. La colaboración del Ayuntamiento, inscrito como miembro de la comunidad energética, facilita que se puedan utilizar los recintos municipales para la instalación de la infraestructura como una pata más de este colectivo.
De esta manera, tanto los ciudadanos particulares, las pymes y cooperativas del municipio, como la propia administración local, se puedan beneficiar de las ventajas de esta comunidad energética La luz del pueblo. Una energía limpia, sostenible, compartida, y además solidaria, puesto que en la asociación se integran familias vulnerables con la que pueden combatir situaciones de pobreza energética en el pueblo.
Esta primera fase supondría la instalación de una planta sobre el Salón de eventos con capacidad para generar 207 Kwp, mientras que las tres naves industriales del polígono podrían hacerlo con 35 kwp cada una, sumando otros 105 kwp. En una segunda fase, según tiene parcelado el proyecto, otras cuatro instalaciones en recintos que ya tienen asignados darían cobertura al autoconsumo de toda la energía que necesita el municipio de casi 5.000 habitantes durante las horas de luz, según describen desde la asociación, lo que podría suponer un importante ahorro. Hay que tener en cuenta que las plantas no pueden estar distanciadas más de dos kilómetros del socio de la comunidad energética para participar de sus ventajas.
Pero La luz del pueblo no es la única comunidad energética que ha dado sus primeros pasos para crear entidades de autoconsumo en la provincia. En Puerto Real floreció una cooperativa a finales del año pasado, Luce Puerto Real, formada por una veintena de personas con el mismo fin del autoconsumo. En este caso han obtenido la cesión de la cubierta del colegio Bahía, una cooperativa de enseñanza sobre la que irá una instalación de 34 kwp y que también pertenece a la comunidad. También se encuentran en fase de búsqueda financiación, en este caso ante el programa CE-Implementa del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), adscrito al Ministerio de Transición Ecológica.
Otros municipios gaditanos cuentan ya con un grupo motor formado para desarrollar los contactos que puedan fructificar en comunidades energéticas futuras (paso previo a la constitución como asociación o cooperativa). Son los casos de Bornos o Zahara de los Atunes. En ambos municipios cuentan con una ventaja extra y es la cesión por parte de sus ayuntamientos de instalaciones fotovoltaicas que ya están en funcionamiento. Gracias a esta posibilidad, el colectivo se ahorra uno de los procesos más complejas de la primera fase del proyecto que es la de encontrar la financiación de la parte más costosa. Entienden que con la comunidad energética arrancada en su fase inicial es más factible que fructifique el proyecto y pueda crecer con mayor rapidez.
Villamartín, con una comunidad energética constituida denominada Castillo de Matrera, está encontrando diversos problemas que tienen paralizada la iniciativa para instalar las placas en el pabellón deportivo. En Trebujena han mostrado un interés creciente por la posibilidad de formar su entidad propia, con más de una treintena de personas apuntadas. Otros municipios se encuentran en fases de implementación, con particulares y pymes apuntándose en los diferentes grupos que se van creando desperdigados por la provincia.
Ese es el objetivo de la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC) de la Diputación gaditana, que lleva en esta primavera una treintena de reuniones informativas por los diferentes municipios para difundir las ventajas de estos colectivos de autoconsumo y “prender la chispa” para que cada vez sean más. Gracias a una subvención de fondos europeos vinculados a los Next Generation de 231.700 euros, la oficina lleva en marcha más de un año con la idea tractora de divulgar estas iniciativas y crear comunidades energéticas por la provincia.
- Diario de Cádiz