- Los informes, que incluyen la línea desde Antequera a Almería, deben analizar la viabilidad de fórmulas como la variante de Moreda
Hace justo un año, la publicación del proyecto del tramo Riofrío de la variante de Loja desveló que el nuevo bypass que llevaba años planificando el Ministerio de Transportes sería de uso exclusivo para viajeros. Como contó entonces IDEAL, a lo largo de los 12 años de tramitación nadie había reparado en que el sistema escogido dejaba fuera el tráfico de mercancías precisamente en una infraestructura pensada para resolver los problemas de conectividad generados por la llegada del AVE. Además, su inclusión en el Corredor Mediterráneo ‘exigía’ esa dualidad de tráfico de pasajeros y mercancías.
La información supuso un cataclismo en Andalucía, donde se levantaron las voces críticas, pero también en Madrid, donde el Ejecutivo se vio obligado a buscar una solución. Fuentes cercanas al Gobierno confirmaron días después que la idea que se barajaba era adaptar el enlace para que los convoys pudiesen circular por el tramo y pusieron sobre la mesa posibilidades como la de facilitar que los vagones fuesen tirados por dos locomotoras en zonas con rampas excesivas, una fórmula más cara que obligaría al ministerio a compensar a las empresas.
Asimismo, avanzaron la intención de encargar un estudio informativo que recogiese las soluciones técnicas necesarias para que esta parte de la infraestructura –entre Antequera y Granada– pudiese integrarse con normalidad en el Corredor Mediterráneo. El plazo fijado era de tres meses, justo antes del final del año. La nueva legislatura y los cambios ministeriales impidieron que el estudio se encargara en el tiempo inicialmente planteado y, tres meses después, en marzo de este año, aún no había noticias.
Contrato adjudicado
Hasta hace muy pocos días. Tras la reunión en Granada de la mesa técnica encargada del proyecto de integración del ferrocarril en la ciudad nazarí, el ministro Óscar Puente anunció la adjudicación del contrato de servicios para la redacción de los estudios informativos del Corredor Mediterráneo entre Antequera, Granada y Almería. Con un coste de 2,4 millones de euros, una unión temporal de empresas constituida por Técnica y Proyectos, S.A. y Geocontrol S.A. tendrá que analizar cómo mejorar la funcionalidad del tramo a nivel de pasajeros y de mercancías mediante el despliegue de una línea ferroviaria homogénea de ancho estándar entre las tres ciudades. Traducido, cómo adaptar la línea para que cumpla todos los requisitos del Corredor Mediterráneo, el gran eje ferroviario que unirá Europa.
Los estudios demandados, que incluyen también el análisis de viabilidad, pretenden buscar una solución a un sector de la red en el que actualmente conviven diferentes tipos de ancho de vía, lo que supone un hándicap a la circulación de trenes. Así, desde Antequera existe vía doble de ancho estándar hasta la bifurcación de Archidona, donde se reduce a una única vía del mismo tamaño. Esta fórmula continúa hasta la bifurcación de Riofrío, donde la vía única pasa a un ancho mixto que se extiende hasta Tocón. Ahí nuevamente se regresa a una única vía de ancho internacional que se mantiene prácticamente hasta la llegada a la capital. Solo el tramo final, entre el arranque de Chana y la propia estación, vuelve a ser de vía única y ancho mixto. Más sencillo es el tramo entre Granada y Almería, de ancho ibérico.
Las obras ya en marcha, como se contó, harán que la línea Antequera-Granada sea de doble vía estándar y de uso exclusivo de viajeros. Y al ‘sortear’ el paso por Loja, los trenes circularán más rápido, además de que se podrán ampliar las frecuencias. Sin embargo, queda por resolver cómo se adaptará el conjunto y su continuación hasta Almería para que el tráfico de mercancías también pueda circular. Es justo lo que deben resolver los estudios encargados, que analizarán las actuaciones necesarias.
Por tramos
El ministerio ha previsto que el análisis se divida en tres partes. La primera es el estudio informativo del tramo más complejo, el de Antequera-Granada. Se trata, como recoge el pliego técnico, de una zona compleja por la existencia de pendientes elevadas que penalizan el transporte de mercancías, pero también porque las conexiones con la línea de mercancías de Bobadilla-Algeciras se diseñaron para dar continuidad al tráfico de viajeros a través de la estación de Antequera. La concesionaria del estudio deberá analizar todas las posibilidades, desde el uso de doble tracción y la colocación de apartaderos para locomotoras al aprovechamiento de tramos de vía convencional que están fuera de uso y tengan mejores pendientes o la realización de variantes para sortear rampas.
El segundo de los estudios se centrará en la red arterial ferroviaria de mercancías de Granada, es decir, la infraestructura que debe tener dicha ciudad para permitir el paso de este tipo de convoyes. La adjudicataria deberá analizar posibles modificados de la estación, diseñada como fondo de saco, que puedan permitir el rebote de los trenes o posibles variantes, como la planteada por el Ayuntamiento para cerrar el ramal de Moreda, que permita conectar el tramo Antequera-Granada y el de Granada-Almería sin necesidad de que las mercancías entren en la ciudad.
El último de los estudios atenderá la línea Granada-Almería, un tramo que ahora mismo no es capaz de dar continuidad al Corredor Mediterráneo y que tampoco permitirá que el tráfico de mercancías sigan hacia la línea Almería-Murcia cuando se completen las actuaciones previstas en el estudio de altas prestaciones para Almería. El encargo de la adjudicataria es que se estudien todas las alternativas, incluido variantes de trazado tanto locales como globales, además de revisar qué actuaciones deben realizarse en la conexión con Linares para que también haya continuidad.
La adjudicataria tendrá tres años para analizar la situación y coordinar las conclusiones con las actuaciones ya planteadas para conectar Granada y Almería mediante vías de ancho estándar, lo que permitirá lograr viajes más competitivos, y la propia integración del ferrocarril en la capital nazarí, un intervención que promete cambiar el panorama ferroviario de la ciudad por completo.
- Ideal