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La escalada en el precio de los materiales amenaza con paralizar la obra pública en Andalucía

Antonio R. Vega

  • Uno de cada cuatro proyectos licitados se queda desierto, denuncia Ceacop

El encarecimiento de los materiales de construcción proyecta negros nubarrones sobre un sector que tenía puestas todas sus esperanzas en la llegada de los fondos europeos para resarcirse del parón que padeció durante el confinamiento. El acero, que se emplea para construir puentes, torres de alta tensión o estructuras de viviendas, cuesta ahora casi un 100% más que en abril de 2020; el aluminio de las ventanas, un 84%; el cobre, utilizado en las instalaciones de agua, electricidad y climatización, ha subido un 81%, y el petróleo, del que se saca el betún para asfaltar carreteras, se ha disparado un 235%. Eso sin contar con el precio de la electricidad, que encadena máximos históricos desde junio.

Con estas subidas, a constructores y promotores no les salen las cuentas para seguir ejecutando

los proyectos de obra civil que ahora se están ejecutando y que salieron a licitación entre el último trimestre de 2020 hasta la mitad de 2021. El coste de las materias primas que se tomó como referencia se han quedado desfasados por el desabastecimiento o el aumento del coste de los materiales a nivel mundial por el aumento de la demanda generado al calor de los estímulos económicos tras la pandemia.

En el sector han encendido las alarmas porque la recuperación económica, que iba a llegar de la mano de los fondos europeos para la rehabilitación energética de edificios, puede quedar comprometida si las administraciones públicas no establecen un sistema automático de reequilibrio que les permita hacer frente a estos sobrecostes en las obras que ya están en marcha.

«Lo que no podemos hacer es trabajar, pagar los materiales, el transporte y los sueldos y que encima nos cueste el dinero», advierte Ana Chocano, presidenta del Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, la Consultoría y la Obra Pública (Ceacop). Asegura que uno de cada cuatro proyectos que se licitan se quedan desiertos en Andalucía porque no interesa presentar ofertas cuando el precio está por debajo del coste real. A final de año, estima que el número de contratos desiertos llegará al 30% si las administraciones no mueven ficha con rapidez. «Igual que se paralizó la producción con el Covid y se establecieron los ERTE, pedimos una actualización de los precios para adecuarlos al mercado», demanda Chocano.

«Igual que se paralizó la producción con el Covid y se fijaron ERTE, deben actualizarse los precios para adecuarlos al mercado», asegura Ana Chocano

La burbuja de las materias primas están impactando muy negativamente sobre toda el sector y muy especialmente sobre aquellas empresas, fundamentalmente pequeñas y medianas, con menos margen para aguantar. Desde Ceacop distinguen entre las infraestructuras de gran envergadura, con largos plazos de ejecución que permiten revisar los precios a los dos años, y las obras que deben realizarse en menos tiempo, que «no se pueden reequilibrar con este mecanismo».

Cuestan un 22% más

La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) reveló a mediados de octubre que el encarecimiento de las materias primas ha provocado que cuatro de cada diez empresas (39,5%) se hayan visto obligadas a cancelar o paralizar sus obras, según un estudio realizado con 300 compañías del sector. Estima que el coste total de las obras ha subido, de media, un 22%. Otro informe de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI) analiza el incremento medio por tipo de obra: carreteras (65%), ferroviaria (29%), aeroportuaria (35%), edificación (24%) e hidráulica (22%).

María del Carmen Ruiz Cobo, delegada de Vialterra Infraestructura en Andalucía occidental, constata que «tenemos problemas de desabastecimiento y subida bestial de precios, aparte de la falta de mano de obra, en todas las obras que tenemos en marcha ahora en Málaga, Córdoba y Sevilla». El principal escollo es que «presentamos ofertas en base a precios antiguos de materiales y ahora debemos ejecutarlas con los precios actuales».

«Si tenemos que parar las obras porque no podemos soportar esta subida, al final es mano de obra que dejamos de utilizar y que va al paro»

«Esta carga está recayendo sobre las constructoras. Es un palo de tal calibre que no podemos soportarlo nosotros solos por mucho tiempo si no hay una colaboración bilateral de las administraciones y organismos privados para revisar los precios de las obras en marcha», lamenta esta empresaria, que vislumbra un ‘efecto dominó’ evidente si no se arbitra pronto una solución. «Si hay que parar obras porque no podemos soportar esta subida del precios, al final es mano de obra que dejamos de utilizar y que se va al paro».

Es la pescadilla que se muerde la cola. El retraso que se está produciendo en el abastecimiento de los materiales también juega en contra de las constructoras. «Sin material no podemos avanzar en una obra y si no cumplimos los plazos de las obras, pueden aplicar penalizaciones», apunta Chocano.

En el Gobierno central llevan meses estudiando fórmulas para mitigar su impacto. El sector se impacienta. Ceacop envió una carta al Ministerio de Transportes en mayo para pedirle una reunión, pero aún espera una cita. La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, avanzó el pasado día 16 que estaba «trabajando activamente» con el Ministerio de Hacienda para calcular el sobrecoste. «Más complicado de articular» es la revisión de los precios con carácter retroactivo en la obra pública, que precisa una reforma de la ley de contratos del Estado.

La Junta revisa precios

Más receptividad ha encontrado hasta ahora en la Junta de Andalucía. La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, en el margen de sus competencias, negocia con las empresas acciones dirigidas a mitigar «la preocupante situación que vive el sector por el incesante incremento del coste de los materiales».

La revisión de los precios de los contratos que están en ejecución es competencia del Ejecutivo central, advierte. En lo que atañe a la Junta, se están actualizando los principales precios de construcción de la obra civil para la redacción de los nuevos proyectos y, además, se está trabajando con la patronal de la edificación para revisar los precios de referencia. Los pliegos de las nuevas contrataciones se han modificado e introducen una fórmula de revisión conforme a la Ley de Contratos del Sector Público.




Comienzan las rescisiones de obras y concursos desiertos en las Comunidades Autónomas

  • Galicia toma la iniciativa de regular el reequilibrio de contratos ante el riesgo de un parón

La mesa de contratación de la Consejería asturiana de Salud constituida para el proyecto de ampliación y reforma del Hospital Universitario Cabueñes, en Gijón, concluyó el martes la pretendida revisión de las ofertas sin sobre alguno que abrir. El concurso, dotado con un presupuesto de 54 millones de euros, fue declarado desierto, y en el sector se explica esta circunstancia por la volatilidad en el precio de los materiales de obra.

Son dos ejemplos muy recientes de una situación que afecta a todo el país. Tanto es así que la Xunta de Galicia se ha anticipado con el anuncio de un mecanismo extraordinario de revisión de precios en proyectos en marcha. La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, se ha comprometido ante la Federación Gallega de la Construcción a que Galicia sea pionera en la aplicación de una normativa que permita el normal funcionamiento de las obras. Se trata de proteger el empleo y sacar adelante inversiones.

La Xunta atenderá las pérdidas superiores al 6% sobre el presupuesto inicial

La Consellería estima que los costes de los materiales se encarecieron 12 puntos solo en el primer semestre, tasa que iguala la subida registrada entre 2007 y 2020. El reequilibrio se aplicará cuando la variación de precios de los materiales es del 20% o superior y causen unas pérdidas por encima del 6% sobre el importe de adjudicación. También se autorizarán modificaciones en los materiales acordados, primando la proximidad de los mismos para reducir el precio del transporte y tiempos de espera.

Galicia tiene obras abiertas o a la vista en autovías, carreteras convencionales, estaciones intermodales, redes de agua y hospitales. Entre estos destaca la ampliación del Hospital de Ferrol; el Gran Montecelo en Pontevedra; la fase inicial del Novo Chuac en A Coruña, y la reforma del hospital de Ourense.




La crisis de suministros eleva un 30% las licitaciones desiertas en Andalucía

Reclaman a la administración que revise los proyectos ante la subida de precios

«Si hago la obra, mañana cierro». Es la difícil situación a la que se enfrentan cada vez más empresas constructoras ante la crisis mundial de suministros que, de un lado, está provocando el desabastecimiento en muchas materias primas y, de otro, elevando de forma galopante los precios en el mercado. Una consecuencia directa de ello es que ha aumentado hasta en un 30 por ciento el número de licitaciones de las administraciones públicas que quedan desiertas en la comunidad autónoma, según alerta el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop). La causa es que los proyectos se quedan anticuados, con precios previos a esta crisis, y no resultan atractivos para las empresas porque, ante la subida generalizada, se pueden enfrentar a un escenario de pérdidas. «La administración no está siendo ágil a la hora de actualizar los precios de los proyectos», apunta a LA RAZÓN Ana Chocano, presidenta de Ceacop, además de remarcar que «un proyecto que se redactó hace dos años, con los precios de entonces y que se fiscaliza de acuerdo con esas cifras, hoy está obsoleto». La licitación, por tanto, queda desierta porque «ninguna empresa se va a presentar para perder dinero».

El panorama es, en palabras de Chocano, «bastante inquietante», puesto que el problema tiene muchas vertientes y en la solución deben participar varios actores. Antes de la pandemia, recuerda, los productores de cualquier material «fabricaban, almacenaban y después vendían; ofrecían lo que tenían en stock». La covid ha cambiado el procedimiento, o más bien «ha acelerado» una dinámica que ya se venía vislumbrando. «Ahora el 90 por ciento de los productos se fabrican bajo pedido», lo que ocasiona desabastecimiento ante cualquier paralización del mercado como la ocurrida durante los confinamientos por la covid. «Hay escasez de materiales y obviamente los precios suben porque los fabricantes venden al mejor postor», señala Chocano.

Esto ocurre con los materiales del sector de la construcción, una situación que se agrava con el aumento del coste de los combustibles y de la energía eléctrica, elevando el precio final del producto. Con los contratos entre privados, las empresas se sientan y negocian. La relación entre una empresa y la administración es distinta. «La administración no entiende nada. No es consciente de lo que ofertamos hace meses o un año ha cambiado porque los materiales han subido un 20, 30 o un cien por cien», lamenta la presidenta de Ceacop, además de advertir de que «no podemos asumir esta subida». La consecuencia es que las obras se retrasan y, en el peor de los casos, las empresas rescinden los contratos.

¿Cuáles son los materiales que más se están encareciendo? Chocano apunta que están subiendo los precios de los derivados del petróleo, como el betún para la fabricación de mezclas, así como el acero utilizado en las chapas galvanizadas o el aluminio para la carpintería de viviendas. También la madera, un material muy utilizado para encofrar y para fabricar puertas y demás terminaciones. Los plásticos, también derivados de petróleo, están en ascenso: tuberías de pvc y láminas de impermeabilización. Las subidas oscilan entre un 15 y 20 por ciento llegando incluso al cien por cien en algunos materiales. El transporte también se ha encarecido y, por ejemplo, los costes de la modalidad marítima, utilizada en la importación, «se han multiplicado por cuatro».

A juicio de Chocano, Europa debería «reestudiar su equivocada política de fabricación», puesto que se han derivado muchos centros de producción a países emergentes como China o Indonesia. «Ahora, cuando esos países necesitan materiales, dejan de exportar y tenemos que interrumpir la cadena de suministros», traduciéndose en retrasos.

Ante esto, Ceacop propone a las administraciones una solución «extraordinaria», al igual que se articularon los ERTE cuando el confinamiento obligó a parar la producción en muchos sectores. Es hora, por tanto, de que «se aborde una actualización de los precios por el aumento incontrolado de las materias primas». Un problema que no está originado por la administración ni por las empresas y cuya solución «debería ser compartida».

Ante la falta de mano de obra cualificada

La construcción fue uno de los sectores que no paró durante el confinamiento severo y ahora, cuando la reactivación está en marcha, se recupera a pasos agigantados. Sin embargo, soporta el lastre de la falta de mano de obra cualificada. Así lo constata Ceacop, una asociación que puso en marcha la campaña titulada «La construcción es parte de la solución». Su presidenta, Ana Chocano, apunta que en el sector «la mano de obra se aprende en el tajo» y recuerda que en la anterior crisis, la que se inició en 2008, la actividad quedó paralizada y «muchos trabajadores se fueron a otros ámbitos profesionales y no tuvieron más remedio que reinventarse».