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CEACOP advierte de que la subida de precios de las materias primas puede provocar la paralización del sector de la construcción

Andalucía Inmobiliaria

CEACOP, asociación que representa a las pymes andaluzas del sector de la construcción y la consultoría, advierte de que el incremento de precio desproporcionado de las materias primas está perjudicando gravemente al sector. Esta subida puede provocar la paralización de las obras e incluso el aumento del precio de la vivienda.

La subida del precio del petróleo y sus derivados está teniendo repercusiones en el transporte, especialmente en el marítimo, así como en la fabricación y la distribución, y consecuentemente algunas materias primas como el betún, el acero o el cobre, han duplicado el coste.

Esto es consecuencia del aumento de la demanda mundial de todo tipo de bienes tras el Covid. Cabe recordar que se han puesto en marcha simultáneamente varios planes de recuperación económica, al mismo tiempo que algunos países emergentes (China principalmente) están acaparando materias primas.

La suma de estos factores repercutirá irremediablemente en el precio final de las infraestructuras, que podrían encarecerse entre un 20% y un 35%, a la vez que puede producir problemas de abastecimiento en las obras.

La presidenta de CEACOP, Ana Chocano Román, subraya que la situación es insostenible para el sector. “Las empresas no pueden asumir la subida de precios. Cuando se presentaron las ofertas la realidad económica era bien distinta. A veces se retrasa meses, o incluso en algunos casos años, el inicio de las actuaciones. Algo que se ha visto agravado por la pandemia del Covid-19. Y, ahora, nos encontramos con que el precio hoy en el mercado no es el mismo que cuando se firmaron los contratos”.

También denuncia que en este contexto las empresas se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Tras la entrada en vigor de la Ley de Contratos del Sector Público 9/2017, la revisión de precios ha desaparecido de los pliegos de contratación pública. “Las empresas no cuentan con ningún mecanismo que les permita revisar los precios fijados en la oferta, por lo que reclamamos que se introduzca alguna herramienta que permita restablecer las condiciones de equilibrio económico en los contratos firmados. Es una situación extraordinaria que requiere una respuesta acorde, medidas especiales, como ocurrió con la puesta en marcha de los ERTES”, destaca Ana Chocano.

Asimismo, la asociación demanda la actualización del banco de precios que sirve de base para los contratos, ya que algunos son anteriores a 2018. “Están obsoletos, no solo por el tiempo transcurrido sino también por la crisis sanitaria que ha transformado la forma de fabricar, distribuir y acopiar materiales tras el Covid”.

La patronal alerta asimismo que se trata de un fenómeno a nivel mundial y que, según todas las previsiones económicas, esta alza de precios se mantendrá y posiblemente no volverán a los niveles anteriores. “Nos estamos enfrentando a una situación extraordinaria, incontrolable y continuada en el tiempo”, asevera la presidenta.

Para CEACOP se trata de un problema que no sólo afecta a las empresas sino a todos los ciudadanos, ya que puede suponer graves retrasos en las obras públicas que demanda la sociedad, la paralización de algunas de ellas y también el encarecimiento en la vivienda, tanto de promoción pública como privada.

En esta línea, la entidad ha mantenido reuniones con los distintos organismos para trasladar la problemática que está afectando gravemente a las empresas del sector y poner en marcha medidas que ayuden a paliar la situación.




La obra pública sin certidumbres de futuro (tribuna de opinión)

Andalucía Inmobiliaria

La afirmación de que 2015 está siendo el año de la recuperación para la construcción, sin duda no puede referirse más que a la construcción privada, mientras que a la obra pública aún le queda camino por recorrer para sumarse a esta aseveración.
Desde hace unos meses el mercado inmobiliario está reiniciando su actividad, después de años en que había tocado fondo y ansiaba su remontada.
Tanto la obra nueva como la compra-venta de viviendas está recuperando su actividad, una mejoría que también es palpable en Andalucía, y que se está reforzando con la recuperación de la demanda y el, aunque leve, repunte de precios. A todo ello le acompaña el aumento de la financiación hipotecaria.
Se dibuja, por tanto, un escenario propicio para que el sector inmobiliario rebrote. Son buenas noticias que podrían contagiar positivamente al sector de la obra pública.
Toda nueva construcción residencial influye en la puesta en marcha de infraestructuras de carácter público que atiendan los servicios que pueda demandar la nueva población. Cualquier promoción de viviendas necesita de carreteras, hospitales, centros educativos, parques, transportes y comunicaciones…
Por tanto desde esta perspectiva la recuperación del mercado inmobiliario podría ser un punto de partida para que la obra civil comience a andar, una alternativa hacia la recuperación de este sector que no hemos encontrado en las políticas de inversión del Gobierno, ya sea autonómico, estatal o local.
Arrancábamos este año con esperanzadores datos en la mano que nos hacían pensar que por fin había llegado el momento de la reactivación del sector de la obra pública, un pensamiento construido gracias a los últimos registros de adjudicaciones y a las expectativas de actividad que se abrían para este 2015.
En 2014 la inversión en infraestructuras en Andalucía creció un 64%. Fue el segundo año en positivo en cuanto a inversiones públicas, ya que en 2013 la adjudicación de obra pública experimentó un incremento del 12%. De los recortes pasábamos a las cifras positivas. Todo ello nos llevaba a esperar que en 2015 continuara la senda de la reactivación, para alcanzar la recuperación que necesitábamos. Sin embargo cuando comenzábamos a hablar de reactivación las estadísticas de licitación y actividad en el sector nos dejan sin palabras, mudos.
En los primeros 8 meses de 2015 la licitación de obra pública en Andalucía se ha desplomado un 44,5%, en el caso de la Junta de Andalucía cerca de un 60%, dejándonos la sensación de que estemos “desandando el camino andado”. Si parece que nuevamente estamos volviendo la situación de hace un par de años, a la sequía de inversión pública ¿qué es lo que podemos pensar? ¿Con qué escenario nos vamos a encontrar cuando termine este 2015?
En cuanto a la actividad, también asistimos a un estancamiento de la ocupación. En 2014 apenas se creó empleo y en los 6 primeros meses del año, la ocupación se ha quedado congelada en los 150.000 trabajadores.
Tanto la obra pública como la privada son los sectores que más desgaste ha sufrido en estos años de crisis. Desde 2008 se ha perdido el 64,7% del empleo en la construcción, y el 38% de las empresas han tenido que cerrar.
Si el recorte de los presupuestos públicos solo ha traído un adelgazamiento del sector, en todos los sentidos, para la recuperación de la obra pública es fundamental una política de inversión continuista en materia de construcción, de manera que podamos ir en paralelo al desarrollo del sector inmobiliario.
Es importante blindar la construcción. En primer lugar porque es fundamental recuperar el empleo y la actividad de las pymes. También es prioritario asegurar esta reactivación por el cuidado y la disponibilidad de las propias infraestructuras.
Desde CEACOP entendemos que no podremos hablar de recuperación en nuestro sector hasta que la inversión en obra pública se mueva en el entorno de los 2.500 – 2.800 millones de euros anuales, por parte de todas las administraciones: ministerios, Junta de Andalucía, ayuntamientos y entes locales…
Este rango de inversión y el desarrollo del mercado privado son cuestiones fundamentales para que se pongan en marcha las actuaciones necesarias que aseguren la recuperación de la ocupación hasta que alcancemos los 225.000 empleos que reduzcan la brecha del paro en nuestro sector y en la sociedad en general.
Ese horizonte de inversión es el necesario para nuevas actuaciones y para el mantenimiento del patrimonio de infraestructuras de nuestra Comunidad, que también incidirá muy positivamente en el desarrollo de los suelos así como en la planificación territorial de los núcleos urbanos. Las infraestructuras tienen un fin social, se construyen para el uso de la población y, por tanto, hay que asegurar la disponibilidad de las mismas a lo largo del tiempo. Solo en el caso de la red viaria andaluza para garantizar el valor patrimonial de esta infraestructura la Junta de Andalucía necesita invertir 600 millones de euros al año, si atendemos a las recomendaciones del Banco Mundial. El mantenimiento periódico, además, es la mejor garantía para evitar gastos extraordinarios ocasionados por el uso y desgaste de estas construcciones. Siguiendo con el ejemplo de las carreteras, por cada euro que no se dedica a su mantenimiento, al cabo de 3 años la Administración tendrá que destinar 5 euros para reparar, y en 5 años serán necesarios 25 euros para su reconstrucción.
Por todo ello, creemos y defendemos que los próximos meses asistamos a la recuperación de la construcción, tanto para el sector privado como, por qué no, para la obra pública. En el caso de la obra civil después de estos dos años en que parecía que la inversión en infraestructuras volvía a ganar músculo en Andalucía, ahora queda en manos de las administraciones que lo que quede de 2015 y el próximo 2016 no sean un parón en nuestro sector. Para ello es fundamental el cumplimiento de una política de infraestructuras que no vuelva a hacer cambiar el rumbo de esta reactivación.

 

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