Sevilla: El regadío sevillano recibe una inversión de 7,5 millones para ahorrar agua en Dos Hermanas, Coria, Los Palacios y Utrera
- El Gobierno central licita el proyecto de modernización y mejora de la eficiencia hídrica en la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir en la provincia con el objetivo de mejorar la eficiencia del sistema
Aunque el pasado invierno las lluvias aliviaron la situación de sequía continuada de varios años que acumulaba el Bajo Guadalquivir, los problemas futuros de gestión del agua ante el cambio climático siguen preocupando a los agricultores tras varias campañas prácticamente en blanco. El uso de aguas residuales regeneradas o las desaladoras son algunas de alternativas que se plantean ante esta situación en toda Andalucía, de hecho en la parte oriental se están desarrollando proyectos en este sentido, pero una cuestión fundamental es también solucionar los problemas de las conducciones del regadío, cuyas fisuras y pérdidas afectan negativamente a la eficiencia hidráulica del sistema.
Para paliar este último problema, la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha sacado a licitación pública la ejecución de obra correspondiente al “Proyecto de modernización y mejora de la eficiencia hídrica en la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir (Sevilla)”, que consiste en sustituir una serie de acequias, con una longitud total aproximada de 19 kilómetros, por conducciones soterradas en PVC con diámetros comprendidos entre 200 mm y 800 mm. A esta convocatoria, cuya financiación está asociada al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y que se ha tramitado por la vía urgente, se pueden presentar ofertas hasta el 30 de julio. El presupuesto base de licitación es de 7,5 millones de euros, incluidos impuestos.
Incidencia en 850 hectáreas
Las actuaciones afectan a 850,34 hectáreas de la zona regable y se encuentran ubicadas en los términos municipales de Coria del Río, Dos Hermanas, Los Palacios y Villafranca y Utrera, en la provincia de Sevilla. En estos municipios, cultivos como el algodón o el arroz están muy extendidos. Estas acequias captan sus aguas directamente del Canal del Bajo Guadalquivir o de conducciones en tubería ya ejecutadas. El proyecto, según el documento, no considera la demolición de la infraestructura existente.
Esta actuación se suma a la actualmente en marcha para la modernización de regadíos de las Marismas de Guadalquivir, obras que visita este viernes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, financiadas con fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
El Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos del Gobierno para todo el país cuenta con una dotación de 713 millones a cargo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, para inversiones en modernización de regadíos sostenibles, con el objetivo de fomentar el ahorro del agua y la mejora de la eficiencia y su sostenibilidad energética.
Variedad de cultivos
Hay que tener en cuenta, según recoge el documento, que el perímetro regable de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir ocupa una superficie de 40.945 hectáreas, repartidas en los términos municipales de Lora del Río, Carmona, Villanueva del Río y Minas, La Rinconada, Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Coria del Río, La Puebla del Río, Los Palacios y Villafranca, Utrera, Las Cabezas de San Juan y Lebrija. Esta comunidad está compuesta por un total de 5.100 comuneros.
La actividad agrícola realizada en la Comunidad de Regantes se caracteriza por la diversidad de cultivos que se siembran: industriales, cereales, leñosos, forrajeros, viñas, invernaderos, etc. Los cultivos predominantes de la zona son el algodón (23%), los cultivos leñosos (20%), el arroz (16%), el girasol (11%), los cereales (10%), el maíz (4%) y la remolacha azucarera (4%).
“La Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir gestiona su red de distribución de agua principalmente a través de acequias de hormigón prefabricado, que transportan el agua por gravedad hasta las parcelas agrícolas. En la actualidad, la mayor parte de estas infraestructuras discurren en superficie, aunque existen algunos tramos soterrados o en galería”, añade el documento.
Fisuras y pérdidas de agua
Algunas de las acequias sobre las que se actúa en el presente proyecto tienen conexión directa con el Canal del Bajo Guadalquivir, mientras que otras se alimentan desde tomas de tuberías ejecutadas ya en sustitución de algunos tramos. Con el paso del tiempo, estas acequias han desarrollado fisuras y pérdidas de agua, lo que ha afectado negativamente la eficiencia hidráulica del sistema.
Entre los principales problemas identificados destacan las filtraciones e infiltraciones en el terreno debido al deterioro estructural del hormigón; las pérdidas por evaporación en los tramos abiertos, lo que reduce el volumen de agua disponible; la disminución de la presión y caudal insuficiente, afectando el riego en determinadas parcelas; o las dificultades en la operación y mantenimiento, derivadas de la acumulación de sedimentos y obstrucciones.
Estos problemas se ven agravados en las acequias que captan directamente del Canal del Bajo Guadalquivir (A-IV-5, A-V-2 y A-VII-9), ya que las variaciones en el nivel del canal pueden provocar insuficiencias en la presión y el caudal durante los momentos críticos de riego. El resto de las acequias sobre las que se actúa en el proyecto (A-II-1-2-1, A-VII-8-3, y A-VII-8-4) se abastecen actualmente desde tomas ejecutadas sobre ramales ya entubados (A-II-1-2 y A-VII-8).