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Málaga: El Gobierno central no podrá derribar el antiguo cuartel de Capuchinos de Málaga sin presentar un proyecto que lo reemplace

  • El Ayuntamiento estudia iniciar el expediente para proteger la fachada y las zonas del edificio que pertenecieron al convento que levantaron los frailes capuchinos en el siglo XVII

La decisión del Gobierno central de llevar a cabo la demolición del antiguo cuartel de Capuchinos, ubicado en la plaza del mismo nombre en Málaga, ha cogido por sorpresa a los responsables del Ayuntamiento de la capital, y también a los del Obispado, que observan con preocupación cuáles son los planes de la administración estatal para hacer desaparecer este edificio que, aunque no cuenta con protección arquitectónica, forma parte de lo que fue el antiguo convento de los capuchinos, levantado en el siglo XVII, hoy parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús y cenobio de las monjas clarisas.

No obstante, no parece que la administración estatal pueda acometer el derribo de este inmueble tan rápido como desea. Y es que el recinto del antiguo cuartel y de la parroquia de la Divina Pastora se encuentran dentro de los límites del vigente Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro de Málaga, un ámbito con unas normas urbanísticas particulares que impiden autorizar la demolición de un edificio si esa petición no viene acompañada por la solicitud de la licencia de obras para levantar otro que lo reemplace. Esta norma tiene como excepciones los casos de inmuebles que amenacen con venirse abajo por ruina, y aquellos que deban desaparecer para permitir una excavación arqueológica autorizada por la Consejería de Cultura, como fue el caso de los cines Astoria y Victoria.

Sin embargo, el cuartel de Capuchinos no reúne estos requisitos, por lo que el Gobierno central no podría recabar por ahora el permiso de la Gerencia de Urbanismo para su demolición, según ha señalado a este periódico el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López.

Claustro del siglo XVII

Aunque fue reformado en el siglo XIX para su uso militar, partes del edificio del cuartel que el Gobierno quiere derribar pertenecieron al antiguo convento de los capuchinos. En concreto, según se recoge en el proyecto de demolición licitado por la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de Seguridad del Estado, se echarían abajo zonas que forman parte de la estructura de un antiguo claustro de aquel convento, al que todavía se da uso como patio de la parroquia, junto a una galería que recorre el lateral sur del templo.

El proyecto apura la demolición hasta los muros sur y este de ese claustro, donde todavía se puede observar el trazado de sus arcos, comprometiendo su estabilidad al no prever un apuntalamiento con estructuras metálicas, según han apuntado fuentes expertas que han revisado el plan de demolición.

El Gobierno central se ha visto con la libertad de poder diseñar el derribo del cuartel de ese modo porque ni la iglesia ni el antiguo convento del siglo XVII que dieron origen al barrio de Capuchinos cuentan con protección arquitectónica alguna. En el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga únicamente están calificados como equipamiento.

La Gerencia Municipal de Urbanismo se plantea superar esa asignatura pendiente y evitar la desaparición de las zonas históricas del cuartel, incluida la fachada a la plaza de Capuchinos, con la activación de un expediente para declarar su protección arquitectónica. Esto contribuiría a frenar de un modo definitivo el derribo que el Gobierno ya ha sacado a concurso para su contratación.

Según ha apuntado el edil Raúl López, Urbanismo estudia ya los valores históricos y arquitectónicos de lo que fue convento para iniciar ese expediente, unos valores que ya se pusieron de manifiesto en 2018 con la restauración del templo que acometió la Oficina de Rehabilitación Urbana del Ayuntamiento, en coordinación con el Obispado, bajo la dirección del arquitecto técnico Pablo Pastor. Aquella intervención saco a la luz singulares pinturas murales de la época barroca en el interior de la iglesia, cuyo patrimonio escultórico y pictórico fue recuperado gracias al patrocinio de la Fundación Málaga.

El alcalde, Francisco de la Torre, anunció el pasado miércoles a través de su cuenta de Twitter que va a pedir al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se mantengan en pie las zonas históricas del antiguo cuartel, incluida la fachada a la plaza de Capuchinos, al haber sido previamente partes que pertenecieron al convento que dio origen al barrio. Según ha podido conocer SUR, el regidor ya ha remitido una carta a Grande-Marlaska para plantearle esa petición.