Almería: Viviendas de obra nueva: hoy representan el 25% de las compras y en 2012 eran casi el 70%
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El mercado inmobiliario de Almería experimenta en la última década un giro radical por el tirón de las transacciones de inmuebles de segunda mano en detrimento de las promociones a estrenar
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Radiografía de la construcción: sin relevo en la construcción
El último informe del Instituto Nacional de Estadística sobre la compraventa de viviendas según régimen y estado pone de manifiesto el cambio radical que ha experimentado el mercado inmobiliario en la provincia en la última década por el que los pisos y casas usadas han recobrado un fuerte protagonismo y ya acaparan más del 70% de las transacciones en detrimento de las nuevas promociones y residenciales que siguen desarrollándose en las principales áreas de expansión de la provincia, sobre todo en los grandes núcleos urbanos del litoral. La estadística de transmisiones de derechos de la propiedad recoge un total de 13.644 operaciones en el último año -a falta del dato de diciembre-, de las que 9.904 corresponden a vivienda de segunda mano (el 72%) y 3.740 son de nueva construcción.
El dato del curso anterior es más significativo aún. De un total de 15.218 transacciones, 11.430 corresponden a vivienda usa, nada menos que un 75%, y tan sólo 3.788 eran casas de nueva promoción. Hace poco más de una década, en el año 2012, el panorama era radicalmente opuesto. De las 7.461 operaciones de compraventa que se realizaron en la provincia, sólo 2.415 fueron sobre inmuebles de segunda o tercera mano frente a las 5.046 de vivienda nueva. Casi el 70% de las transmisiones se realizaron entre los compradores y unas promotoras que acaparaban la porción más grande de un mercado inmobiliario en el que han ido perdiendo el protagonismo. En 2007 se alcanzaba el techo de la compraventa en Almería con un total de 21.472 viviendas nuevas y usadas. Las promociones de estreno hicieron posible 11.965 de esas operaciones (el 66%) y 9.507 correspondían a las casas y pisos de segunda mano.
Más allá de la diferencia que se ha ido invirtiendo entre ambos segmentos, la estadística del INE también evidencia el retroceso de la operaciones de vivienda nueva en relación a los años del boom inmobiliario e incluso en los posteriores a la crisis del ladrillo. Han pasado de 11.965 compras en 2007, 9.345 en 2008 y 7.604 en 2009 a un mínimo que se marcó en la pandemia de apenas 2.066 operaciones. De hecho, entre los años 2015 y 2019 se mantiene por debajo de las 3.000 y no ha sido hasta 2021 cuando han empezado a remontar. En ese ejercicio fueron 3.275 operaciones y 3.788 en 2022, a la espera del recuento oficial del último mes de 2023 que podría determinar si la evolución sigue siendo favorable. Entre enero y noviembre han sido 3.740 operaciones, por lo que sólo haría que en diciembre se hubiera alcanzado el medio centenar de ventas para mantener el crecimiento en relación al ejercicio anterior.