Las soluciones propuestas en los distintos demostradores se basan en la adquisición de información mediante diversas tecnologías y su almacenamiento, para su posterior análisis y toma de decisiones mediante algoritmos, lo que posibilita la generación de alarmas e informes. La inversión de estos prototipos -realizada por CDTI- se eleva a seis millones de euros.
Adif ha escogido tres enclaves ferroviarios operativos, tanto en la red de alta velocidad como la convencional, en las provincias de Córdoba y Málaga para la instalación y seguimiento de estos prototipos:
- El Viaducto de Guadalmazán de la LAV Córdoba-Málaga, subtramo Guadalcázar-Fuente Palmera, en Córdoba. Solución: tecnología distribuida de fibra óptica para la captación de datos.
- El Viaducto de La Marota de la LAV Córdoba-Málaga, subtramo Guadalcázar-Fuente Palmera, en Córdoba. Sistema: solución multisensor con tecnología vibro-acústica.
- El aparato de desvío de la Línea Ferroviaria 436 de Fuengirola a Málaga Centro Alameda, red convencional.
Una vez cedidos por el CDTI los prototipos adquiridos, Adif ha habilitado una sala de control donde se supervisarán los prototipos durante cinco años en su Centro de Tecnologías Ferroviarias (CTF), situado en Málaga. Este espacio abierto para impulsar la innovación y la colaboración público-privada está enfocado al desarrollo tecnológico ferroviario a través de programas y proyectos de I+D+i.
El Programa de Compra Pública Precomercial del CDTI contrata demostradores para su diseño, desarrollo y validación en un entorno real, con el fin de avanzar en innovaciones tecnológicas que no pueden obtenerse en el mercado. Esta iniciativa ha permitido a Adif dotarse de tecnología a través de un procedimiento que posibilita la viabilidad comercial del producto desarrollado en un futuro.
Limitaciones del mantenimiento actual
La auscultación activa de elementos de la infraestructura ferroviaria con nuevas tecnologías permite realizar un mantenimiento de carácter predictivo, lo que supone identificar los fallos potenciales en la infraestructura antes de que se produzcan y planificar las actividades de mantenimiento con antelación. Todo ello redunda en una mayor duración de la vida útil de los activos.
El conjunto de puentes y viaductos de la red ferroviaria, más de 7.000, equivalen aproximadamente a 245 kilómetros de vía. Actualmente, el mantenimiento de puentes y viaductos se realiza mediante inspecciones básicas visuales (que se realizan cada año) e inspecciones principales, que analizan su estado funcional y resistente (cada 5 años en puentes metálicos y cada 10 años en puentes de hormigón). Este sistema de mantenimiento preventivo presenta limitaciones como las dificultades para detectar patologías estructurales en los intervalos entre inspecciones.
Los aparatos de desvío, que superan los 15.000 en la red ferroviaria española, son elementos sensibles de la infraestructura ferroviaria, dado que permiten la bifurcación de una vía, posibilitando el paso de las circulaciones de una vía a otra. Su mantenimiento actual se lleva a cabo mediante inspecciones visuales y de geometría cada seis meses. Los defectos internos se detectan mediante inspecciones anuales con tecnología de ultrasonidos. En este caso las limitaciones que permitirá superar la solución propuesta se refieren a la dificultad de auscultación profunda de efectos internos en el corazón del desvío y a la baja penetración de ondas ultrasónicas.
Los resultados obtenidos en esta fase de validación serán la base para la proyección a futuro de estas soluciones. A partir de estos resultados, Adif podrá adoptar decisiones sobre la implementación de las soluciones en viaductos, puentes y aparatos de desvío que considere necesario monitorizar, en función de sus características, edad, vida útil o condiciones de explotación, acceso y mantenimiento.
La inspección continua y automática de puentes y desvíos con nuevas tecnologías es un aspecto estratégico para Adif, ya que le permitirá mejorar el servicio público que presta, aumentar la eficiencia en el transporte de viajeros y mercancías, reducir los costes de mantenimiento y mejorar su competitividad.